jueves, 23 de octubre de 2008

PARA LLORAR


Cada día nos enfrentamos con la necesidad de defender nuestros valores cristianos, pero más que nada de defender la vida.
En la India y en otros países, en este siglo XXI, la intolerancia ha llegado ya a la pérdida de vidas y bienes de los cristianos, sean católicos o protestantes. En Francia se ha avanzado “más ecuménicamente” prohibiendo el uso público de todo símbolo religioso.
¿Cuánto tardará nuestro país en igualar esos “progresos” de la humanidad? Quizás no mucho, si es que no tomamos conciencia de nuestra responsabilidad.
En este video que tenés que animarte a ver se demuestra que ante la agresión de algunos "progresistas", siempre habrá quienes están dispuestos a darlo todo para demostrar en qué creemos. Pasó frente a la catedral de Neuquén el 17 de agosto de este año, pero yo recién me enteré (¡Qué informados que estamos los argentinos!)
Pero aparentemente no todos los católicos procedieron de la misma manera, según cuenta este joven que es reporteado casi dos meses más tarde por aciprensa.

Cuando termines de leer esta entrada, triste por un lado pero esperanzado por otro, hacé una oración por los mártires cristianos del mundo.

martes, 14 de octubre de 2008

ALGO MÁS DE HOUSTON


En la Iglesia de San Cirilo en Houston, Texas, hay dos misas semanales en español. por eso, lo que nosotros llamamos "La Hojita del Domingo", es bilingüe.
Si querés darle una hojeada, hacé clic aquí.

lunes, 13 de octubre de 2008

¿EN QUÉ CREEN OTROS CREYENTES?

Muchas veces repito una frase que no siempre se entiende: “Quien cree en un solo dios, cree en el único Dios

Si bien puede parecer algo temeraria e indeferentista, está basada en dos documentos del Concilio Ecuménico Vaticano II: el decreto “Unitatis Redintegratio”(UR), referido al ecumenismo, y la declaración “Nostra Aetate” (NA) que trata de las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas.

Con respecto al Unitatis Redintegratio, queda claro que las Iglesias Cristianas creen en el mismo Dios y creo que ninguno de nosotros duda de eso. Y la coincidencia va más allá:

se presentan a los hombres como la herencia de Jesucristo” (UR, 1) e invocan al Dios Trino y confiesan a Jesucristo como Señor y salvador (ibid)

En Nostra Aetate se proclama que

Todos los pueblos forman una comunidad, tienen un mismo origen, puesto que Dios hizo habitar a todo el género humano sobre la faz de la tierra, y tienen también un fin último, que es Dios, cuya providencia, manifestación de bondad y designios de salvación se extienden a todos, hasta que se unan los elegidos en la ciudad santa, que será iluminada por el resplandor de Dios y en la que los pueblos caminarán bajo su luz. (NA, 1)

Y recuerda que

La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres.” (NA, 2)

De las diferencias, algunas no muy sutiles, quizás nos ocuparemos en otra entrada. Ahora quiero resaltar la unidad en Dios, salvando las diferencias en la devoción.

No debemos olvidar aquello del buen samaritano cada vez que nos encontramos con hermanos de otras religiones, pero también tener en cuenta que la Iglesia Católica

Anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn., 14,6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas. (NA, 2)

... Y gozar de la Eucaristía, la mayor de las diferencias, pero que debe limar todas las demás.

martes, 7 de octubre de 2008

¿QUÉ PODREMOS DARTE?

En esta hora ya no tenemos rey, ni profeta , ni jefe; no podemos ofrecerte víctimas, sacrificios, ofrendas ni incienso. No tenemos un lugar en que presentarte las primicias de nuestras cosechas y así conseguir tu favor.
Pero, a lo menos, que al presentarnos con alma contrita y espíritu humillado te seamos agradables, más que cuando íbamos con carneros y becerros consumidos por el fuego y con miles de gordos corderos.
Daniel 3, 38-39