viernes, 10 de junio de 2011

COMO DICE LA BIBLIA…


Leo en una vieja revista católica, una nota sobre los “dos peligros que tenemos que evitar al leer la Biblia: el concordismo y el fundamentalismo". Concordismo es querer concordar automáticamente lo que dice la Biblia, con la realidad actual. Una de las consecuencias –esto lo digo yo– es la costumbre de, ante un problema aparentemente insoluble, abrimos la Biblia al azar y la cita que encontramos pasa a ser el consejo sobre lo que tenemos que hacer. Es decir que es como consultar el horóscopo.
No está mal buscar continuamente una guía en la Palabra de Dios, lo que está mal es pensar, como algunos evangélicos, que la Biblia sólo dice lo que me dice a mí ahora.
En cuanto al fundamentalismo, es leerla literalmente, tal como dice, sin tener en cuenta ni época histórica, ni contexto social, ni género literario…
Así, por ejemplo podemos interpretar que, ante una pequeña mentira, nos sucederá lo que a Ananías y a Safira (He 5,1-11)
Se me ocurre un tercer peligro: el relativismo. Es base a ese “ismo”, llegamos a creer que la Biblia no dice lo que dice o que perdió actualidad.
Y aunque parezca mentira, es el “ismo” que más adeptos tiene.
Por eso, para muchos, carecen de actualidad las condenas de Jesús a la riqueza (por donde ataca a la injusticia). Eso quedó obsoleto cuando se descubrió la doctrina del derrame, que explica que si yo me enriquezco, todos se benefician.
A mí, la doctrina del derrame más me parece una excusa que una explicación.