viernes, 24 de diciembre de 2010

VILLANCICO

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Del rosal nació una flor
Jesús nuestro Salvador
Virgen sagrada.
........................
Pero en cánticos y en luz
piensa el niño ya en la cruz
Virgen sagrada.

Pero hoy no importa nada.
¡Tiempo habrá para la pena!
¡Nochebuena, Nochebuena!

¡Virgen sagrada!

P. Leonardo Castellani (de “El Libro de las Oraciones”-1950)




martes, 14 de diciembre de 2010

ADVIENTO




Sabemos que el tiempo de adviento es un tiempo de espera y de reflexión. Si esa espera y esa reflexión no concluyen en una verdadera conversión, habremos esperado en vano.
Pero ¿qué esperamos?
Hay tres respuestas posibles para esta pregunta:
La primera espera ya dio sus frutos hace un poco más de dos mil años. Es la venida del redentor, aquel que anunciaron los profetas y que se cumplió nada menos que con Dios hecho hombre, para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga vida eterna.
¿Para qué seguir esperando, entonces?
Porque hay una segunda venida, la escatológica. Aquella se producirá en el fin de los tiempos. Nadie sabe cuándo será, por lo que nuestra espera debe ser vigilante. Toda nuestra vida debe ser una continua espera que lejos de desesperarnos, como diría el refrán, nos llena de esperanza.
Y hay una espera más pequeña, más doméstica, más cotidiana, pero tan importante como las otras dos.
Es esta que transitamos todos los años, cuatro semanas antes de la Navidad.
No trae la presencia física del verbo encarnado, ni significa llegar al fin prometido.
Pero es el camino que viene de lo primero y conduce hacia lo segundo.
Muchos son los puntos de reflexión con los que podemos transitar el adviento, pero si no tenemos claro el comienzo y el final, andaremos a la deriva, adonde nos lleve la corriente.
Pidamos que el milagro de la navidad actual, el Niño nos haga renacer como lo hace Él. Que este adviento sea para nosotros una verdadera conversión.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

HACE CUARENTA AÑOS

En el año 1968, el por entonces joven teólogo Joseph Ratzinger (hoy Benedicto XVI), reflexionó en una radio alemana sobre el futuro de la Iglesia, con el titulo: "¿Bajo que aspecto se presentará la Iglesia en el año 2000?".
Esta intervención ha sido publicada ahora por la revista Humanitas de la Pontificia Universidad Católica de Chile,
El actual Papa anunció hace más de cuarenta años, una realidad que fuimos viendo durante el transcurso del tiempo:
"parece seguro que a la Iglesia le aguardan tiempos muy difíciles. Su verdadera crisis apenas ha comenzado todavía. Hay que contar con fuertes sacudidas."…”Lo que permanecerá al final no será en ningún caso la Iglesia del culto político, la de las grandes palabras de quienes nos profetizan una Iglesia sin Dios y sin fe, realidad completamente superflua y que por eso desaparecerá por sí misma.”

"El futuro de la Iglesia puede venir y vendrá también hoy sólo de la fuerza de quienes tienen raíces profundas y viven de la plenitud pura de su fe"
"El futuro no vendrá de quienes sólo dan recetas. No vendrá de quienes sólo se adaptan al instante actual. No vendrá de quienes sólo critican a los demás y se toman a sí mismos como medida infalible. Tampoco vendrá de quienes eligen sólo el camino más cómodo, de quienes evitan la pasión de la fe y declaran falso y superado, tiranía y legalismo, todo lo que es exigente para el ser humano, lo que le causa dolor y le obliga a renunciar a sí mismo. Digámoslo de forma positiva: el futuro de la Iglesia, también en esta ocasión, como siempre, quedará marcado de nuevo con el sello de los santos. Y, por tanto, por seres humanos que perciben más que las frases que son precisamente modernas. Por quienes pueden ver más que los otros, porque su vida abarca espacios más amplios".

Y vaya un último párrafo para que meditemos:
"En tiempos de violentas convulsiones históricas en las que parece desvanecerse lo que ha sucedido hasta ese momento, y abrirse algo que es completamente nuevo, el ser humano necesita reflexionar sobre la historia, que le hace ver en su justa medida el instante irrealmente agrandado"

Algunos detractores de papa, suelen afirmar que vive fuera de la realidad y que debe “aggiornarse”. ¿Qué significa eso? ¿Que debe adelantarse aún más? ¿O que debe decir lo que los “progres” quieren que diga?


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miércoles, 21 de julio de 2010

SIN CURA


La parroquia “San Martín de Porres”, de nuestra diócesis Merlo-Moreno, se quedó sin cura.
Muchos barrios se quedaron sin su misa dominical pero no sin cristianismo. Los fieles de esa parroquia formaron una especie de consejo parroquial y comenzaron a recorrer las distintas comunidades celebrando la palabra y llevando la comunión.
Seguimos orando para pedir “más obreros a la mies” pero ¿No será una señal de que Dios quiere que de una vez por todas los laicos nos pongamos a trabajar sin esperar al cura salvador?
Así como están las cosas, será bueno que –como dice el refrán– pongamos las barbas en remojo… Y sigamos el ejemplo antes de que el agua nos llegue al cuello.

sábado, 12 de junio de 2010

LAS OBRAS Y LA FE

Suele debatirse si es más importante ser un cristiano "espiritual" o un cristiano "comprometido con la realidad social", como si se pudiera ser cristiano sin ser espiritual o sin estar comprometido con la realidad social. A esa vana y eterna discusión sobre "la fe que justifica las obras" de Pablo o "las obras que muestran la fe" de Santiago, la podemos fundir en esta Oración de la Madre Teresa de Calcuta. Leámosla y después discutamos. ¡Si es que nos quedan ganas!

¿Quién dicen que soy Yo? (Mateo 16, 15)

Tú eres Dios.
Tú eres Dios de Dios
Tú eres engendrado, no creado.
Tú eres de la Misma Naturaleza del Padre.
Tú eres el Hijo de Dios Vivo.
Tú eres la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

Tú eres Uno con el Padre.
Tú estás en el Padre desde el principio:
Todas las cosas fueron creadas por Tí y por el Padre.
Tú eres el Hijo amado en Quien el Padre se complace.
Tú eres el Hijo de María, concebido por el Espíritu Santo en el vientre de María.

Tú naciste en Belén.
Tú fuiste envuelto en pañales por María y puesto en el pesebre lleno de paja.
Te mantuvo caliente el aliento del asno que montó tu Madre cuando te llevaba en su vientre.
Tú eres el Hijo de José, el Carpintero, como era conocido por la gente de Nazaret.
Tú eres un hombre sencillo sin muchos conocimientos, como era juzgado por los sabios de Israel.

¿Quién es Jesús para mí?

Jesús es el Verbo hecho Carne.
Jesús es el Pan de Vida.
Jesús es la Víctima ofrecida por nuestros pecados en la Cruz.
Jesús es el Sacrificio ofrecido en la Santa Misa por los pecados del mundo y por los míos.
Jesús es la Palabra - para ser hablada.
Jesús es la Verdad - para ser dicha.
Jesús es el Camino - para ser recorrido.
Jesús es la Luz - para ser encendida.
Jesús es la Vida - para ser vivida.
Jesús es el Amor - para ser amado.
Jesús es la Alegría - para ser compartida.
Jesús es el Sacrificio - para ser ofrecido.
Jesús es la Paz - para ser dada.
Jesús es el Pan de Vida - para ser comido.
Jesús es el Hambriento - para ser alimentado.
Jesús es el Sediento - para ser saciado.
Jesús es el Desnudo - para ser vestido.
Jesús es el que no tiene hogar - para ser acogido.
Jesús es el Enfermo - para ser curado.
Jesús es el que está solo - para ser amado.
Jesús es el Rechazado - para ser aceptado.
Jesús es el Leproso - para lavar sus heridas.
Jesús es el Mendigo - para darle una sonrisa.
Jesús es el Borracho - para escucharlo.
Jesús es el Retrasado Mental - para protegerlo.
Jesús es el Pequeño - para abrazarlo.
Jesús es el Ciego - para guiarlo.
Jesús es el Mudo - para hablar por é.
Jesús es el Inválido - para caminar con él.
Jesús es el Drogadicto - para ser su amigo.
Jesús es la Prostituta - para apartarla del peligro y ser su amigo.
Jesús es el Prisionero - para ser visitado.
Jesús es el Anciano - para ser servido.

Para mí,
Jesús es mi Dios.
Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi Único Amor.
Jesús es mi Todo en Todo.
Jesús lo es Todo para mí.

A Jesús, yo le amo con todo mi corazón, con todo mi ser. Le he dado todo, incluso mis pecados, y Él se ha desposado conmigo en ternura y amor. Ahora y para siempre soy la esposa de mi Esposo Crucificado. Amén.

viernes, 16 de abril de 2010

DE EQUIPAJES Y CAMINOS


Siempre me ha gustado el tango de Héctor María Artola “Equipaje”. Y me gusta especialmente porque en su letra, que pertenece a Carlos Bahr, dice
"Sería más fácil caminar si en mi equipaje,
llevara un resto de ilusión, un sueño."
¿Que tal si lo ponemos en positivo? Podemos decir entonces que el equipaje resulta más liviano cuando en él cargamos sueños e ilusiones
El uruguayo Alfredo Zitarrosa decía algo parecido:
“Son más largos los caminos
pal que va cargao de más”

¡Qué largo parece nuestro camino con nuestra mochila de frustraciones, dolores, ansias insatisfechas!
Así nuestro camino parece un calvario y nuestra mochila una cruz.
¿Qué te parece si cada tanto reacomodamos la carga? Será la única manera de poder cargar cosas de los demás

domingo, 4 de abril de 2010

¡¡DIOS NO HA MUERTO!!


SECUENCIA DE PASCUA

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Victima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua. »

Primicia de los muertos,
Sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana

viernes, 12 de marzo de 2010

CAUSA Y EFECTO

(O CREADOR Y CREATURA)

El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas,
es ojo porque te ve.
-----Antonio Machado


Dios no es Dios porque nosotros tengamos o no tengamos fe, sino que es causa de nuestra fe.
La Iglesia no es Iglesia porque hay un papa, obispos y sacerdotes, es Iglesia porque hay un pueblo en Asamblea.
¿Lo decimos? (Deber del profeta)
¿O tememos contradecir a la jerarquía?

El Señor me dijo:
"No digas: ‘Soy demasiado joven’,
porque tú irás adonde yo te envíe
y dirás todo lo que yo te ordene.
No temas delante de ellos,
porque yo estoy contigo para librarte
–oráculo del Señor–".
El Señor extendió su mano,
tocó mi boca y me dijo:

"Yo pongo mis palabras en tu boca.
Jeremías 1,7-9

Y esto Dios no lo dijo sólo para Jeremías. También para vos y para mí.
…te llamarán "Reparador de brechas",
"Restaurador de moradas en ruinas".
Isaías 58,12

lunes, 1 de marzo de 2010

¡ESOS…

… que, defendiendo los derechos humanos, luchan con todas sus fuerzas para que se permita matar al más débil e indefenso de los seres humanos.

Esos que afirman sin rubor que la madre es dueña de su cuerpo y por ello puede desprenderse de todo lo que le molesta y consideran que un ser concebido en su seno no es humano.

Esos que creen en la ciencia pero dicen que antes de determinado tiempo después de la concepción no hay vida humana, callando que la ciencia encuentra recuerdos intrauterinos cada vez más tempranos.

Esos que, fanáticos del libre albedrío, no quieren que cada uno profese la su fe utilizando sus símbolos. Igualan para abajo: nada para nadie. (¿Y el “prohibido prohibir” del mayo francés?)

Esos que, en aras de la libertad, instalan el pensamiento único y cierran la boca de la Iglesia por considerar que sus ideas son reaccionarias. Todos pueden opinar menos los que no piensan como ellos.

Esos de derecha o de izquierda para los que la libertad es no tener fe.

…esos!
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viernes, 12 de febrero de 2010

EL CAPO DE LOS ESTUDIANTES


Leer la vida de los santos, no sólo es una devoción recomendada, sino que también puede ser un ameno entretenimiento. Veamos como ejemplo a José de Cupertino o Copertino
Dicen que en 1603 José nació en un pequeño galpón pegado a la que tendría que ser su casa, porque ésta le había sido embargada a su padre por deudas.
No podían haber sido menos auspiciosos los comienzos de este niño que llegó a santo. Al parecer su inteligencia no brillaba mucho y era considerado un tonto por todos, hasta por su madre.
Muy joven se le despertó la vocación religiosa y a los 17 años ingresó en un convento franciscano, pero fue expulsado por su falta de inteligencia que, al parecer causaba demasiados problemas a los frailes.
Su madre, más para librarse de ese inútil que para complacer la vocación de su hijo, rogó a un franciscano pariente suyo, que lo admitieran en el convento. Así es como pasó a ser algo así como “el chico de los mandados”. Sorprendentemente, hubo un cambio total. Todas las tareas las desempeñaba bien, agregando a su habilidad una humildad y una amabilidad envidiables. Lo admitieron entonces como religioso y lo pusieron a estudiar para su ordenación sacerdotal.
Si bien José había experimentado un cambio en cuanto a su habilidad, no había pasado lo mismo con su inteligencia y, de todo lo leído, sólo recordaba la explicación de un texto evangélico: “Bendito sea el fruto de tu vientre”. Y eso justamente fue lo que le tocó explicar el día del examen, después de haber hecho girar el bolillero.
Pero más sorprendente fue su suerte cuando el obispo vino a tomar el examen definitivo. Fue haciendo pasar uno a uno a los alumnos y fueron tan extraordinarias las respuestas a sus preguntas que dieron los 10 primeros, que dio por sentado que todos estaban excelentemente preparados, aprobando a todos, entre los que se encontraba José, que aún no había sido interrogado.
Después vino una vida de oración, penitencia, milagros, profecías, y hechos portentosos como levitación y bilocación, que vale la pena leer, no tanto para lograr aprobar una materia sin estudiar, sino para corroborar que Dios elige a los más humildes para realizar las mayores proezas.
Murió a los 60 años. Fue beatificado en 1753 por Benedicto XIV, y canonizado en el 1767 por Clemente XIII.
Lo que le pasó a José de Cupertino, es el sueño de todo estudiante, por lo que fue designado como su santo patrono.
Podés leer toda su historia Haciendo click aquí o aquí

viernes, 29 de enero de 2010

LA PIEDAD POPULAR

Hay tres puntos claves en mi relación con la Iglesia: El Concilio Vaticano II, el documento de Puebla y el documento de Aparecida. A través de ellos se puede palpar
que es el Espíritu Santo quien guía a nuestros pastores, más allá de si se cumple o no se cumple todo lo que en esos documentos se dice.
Lo que dice en Aparecida sobre la piedad popular, habla sobre lo que vive en el alma de los simples y que sale a la luz en cada uno de los sacramentales o devociones que ofrecen a Dios.
Me han impresionado especialmente dos de los parágrafos que se refieren a las peregrinaciones (259-260), y he dudado entre transcribirlo en este blog o en el que tengo dedicado a la poesía.
Juzgue el lector. Pero, sobre todo, vívalo.
“Entre las expresiones de esta espiritualidad se cuentan: las fiestas patronales, las novenas, los rosarios y via crucis, las procesiones, las danzas y los cánticos del folclore religioso, el cariño a los santos y a los ángeles, las promesas, las oraciones en familia. Destacamos las peregrinaciones, donde se puede reconocer al Pueblo de Dios en camino. Allí el creyente celebra el gozo de sentirse inmerso en medio de tantos hermanos, caminando juntos hacia Dios que los espera.
Cristo mismo se hace peregrino, y camina resucitado entre los pobres. La decisión de partir hacia el santuario ya es una confesión de fe, el caminar es un verdadero canto de esperanza, y la llegada es un encuentro de amor. La mirada del peregrino se deposita sobre una imagen que simboliza la ternura y la cercanía de Dios. El amor se detiene, contempla el misterio, lo disfruta en silencio.También se conmueve, derramando toda la carga de su dolor y de sus sueños. La súplica sincera, que fluye confiadamente, es la mejor expresión de un corazón que ha renunciado a la autosuficiencia, reconociendo que solo nada puede. Un breve instante condensa una viva experiencia espiritual.
Allí, el peregrino vive la experiencia de un misterio que lo supera, no sólo de la trascendencia de Dios, sino también de la Iglesia, que trasciende su familia y su barrio. En los santuarios muchos peregrinos toman decisiones que marcan sus vidas. Esas paredes contienen muchas historias de conversión, de perdón y de dones recibidos que millones podrían contar.”
Si es cierto que “para muestra basta un botón”, creo que este fragmento es suficiente como para entusiasmarnos a leer todo el documento.

viernes, 15 de enero de 2010

COMER A CRISTO


Cuando nuestros hermanos evangélicos dicen cosas que podemos calificar de verdades, puede pasar que nos preguntemos dónde está nuestra diferencia con ellos. Muchas veces trato de explicar que no es que ellos estén equivocados en lo que dicen (al fin y al cabo se basan en la Palabra) sino que están incompletos.
En primer lugar porque creen en la subjetividad del Evangelio que “dice lo que a mi me dice”. Es decir, le falta el Magisterio y la Tradición, los otros dos pilares en que nos basamos los católicos.Quizás esto hasta podría pasar desapercibido si no fuera que les falta lo principal: la Eucaristía, la comunión con el Cuerpo mismo de Cristo, el comer su Carne.
Por ese motivo la recordación de la Última Cena que hacen, es sólo una borrosa foto de algo que pasó hace dos mil años.Para nosotros eso ocurre hoy, y el pan pasa a ser verdadero Cuerpo de Cristo y el vino verdadera Sangre de Cristo.
Es tan fácil explicar esto, que no entiendo porqué nuestros hermanos no lo ven aunque está dicho con todas las letras en el Evangelio:
"Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo."
Discutían entre sí los judíos y decían: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?"
Jesús les dijo: "En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí." Juan 6, 51-57